A ti, gran gilipollas, que festejas
el Jalogüin con sus mamarrachadas
y te disfrazas con las horteradas
que te dictan la tele y sus putejas,
A ti, nuevo paleto posmoderno
que, huérfano de Historia y de cojones,
escupes a tus propias tradiciones.
A ti te hablo, tonto sempiterno:
Si a mi puerta te acercas cual mendigo
y -truco o trato -pides caramelo
en tu hablar subnormal de neogarrulo
acuérdate de aquesto que te digo:
date presto la vuelta a contrapelo
y márchate a tomar mucho por culo.
J.L. Antonaya
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