10 abr 2020

DESOLACIÓN

Cobarde y lúgubre es la triste suerte
de un orden falso y muerto en su fracaso. 
El postureo buenista del payaso
se tornó en epidemia, peste y muerte.

Como una mierda en un basurero
terminó la tramoya globalista
con su memez blandengue y progresista 
cocida en sanedrines de usurero. 

En un guiño macabro del destino, 
fue un obsceno desfile de rameras
el que extendió ponzoñas y vileza. 

El buenismo fue al final el asesino:
Como necios abrimos las fronteras 
y nos llegó la muerte y la tristeza. 

J. L. Antonaya 



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