El calor es la manta pegajosa
sobre un verano muerto interminable;
el bochorno de plebe miserable
televidente, inane y legañosa.
el bochorno de plebe miserable
televidente, inane y legañosa.
Es la excusa cansina y venenosa
de monserga climática infumable
y del zoco mezquino y detestable
de una casta política mafiosa.
Aguarda España boba y resignada
la puntilla política pedorra
de la chusma que infesta los escaños.
El calor es morfina destilada
que adormece socarra y amodorra
a un pueblo achicharrado en desengaños.
J.L. Antonaya