10 nov 2016

El gran corte de mangas.


Que sí, que vale, que ya sabemos que Trump no es más que otro títere de la Usurocracia y que no va a sacar de Morón ni de Rota a los chicos del Tío Sam(uel). Pero, qué quieren que les diga, yo me lo estoy pasando teta viendo el careto de desolación y los amargos llantos de toda la progredumbre de derechas e izquierdas, lamentando la victoria del tipo éste. 
No me reía tanto desde el 23 de febrero del 81 viendo esconderse bajo sus butacas a tanto charlatán. Ya sé que, al final, aquello resultó una borbonada que se aprovechó de la buena fe y del patriotismo de los últimos militares dignos de tal nombre que quedaban en la piel de toro, pero yo me sigo riendo cuando lo recuerdo. 
Todos acojonaditos debajo del escaño. Sólo un par de marrajos se mantuvieron con el culo en su sitio, no se sabe si paralizados por el terror o porque estaban en el secreto. En cualquier caso, ver humillada la prepotencia de los demócratas siempre da mucha risa.
Y ver ahora el corte de mangas que los votantes yanquis le han dado a las teles, periódicos y demás púlpitos mediáticos del NOM, es para descojonarse. No hay nada más intransigente y más crítico con la democracia que un demócrata cuando el resultado no es el que le gusta.
Primero el Brexit, ahora esto. Cuando Al Assad gane la guerra a los terroristas financiados por USrael, a estos progres, globalizadores y memócratas les dará un perreque. 

J.L. Antonaya


PASANDO...