vuelven a tejer su lienzo de infamias
sobre la masacre de los inocentes.
Llueve sangre en Gaza.
Y los invasores, esos innombrables,
vuelven a teñir de sangre la tierra
en su ritual negro de crimen y Usura.
Llueve muerte en Gaza.
Y los criminales, esos innombrables,
vuelven a mostrar su cara demente
y su ralea sucia, hueca y mentirosa.
Y masacran Gaza.
Pero los de siempre, esos innombrables,
saben que su zarpa sucia y asesina
será cercenada por una luz nueva.
Y que sus rituales masacrando niños
su codicia inmunda, su soberbia infame,
su connatural cobardía asesina
y su sempiterna máscara traidora
pagarán por Gaza.
J. L. Antonaya