5 abr 2014

Saludos, lobos, firmas y disidencias.

Hasta que algún político analfabeto (valga la redundancia) prohíba el latín por ser una lengua etnocéntrica y facha, la ciencia sigue clasificando en el idioma de Virgilio a los seres vivos, siendo así que el lobo ibérico es denominado científicamente Canis Lupus Signatus para distinguirlo de otros lobos europeos. 
Como saben todos los integrantes de bandas latinas y aficionados a la música latina en general, "Signatus" quiere decir "firmado". Esta circunstancia y el hecho de que el lobo ibérico pudo encarnar antaño los valores de nuestro Pueblo, me decidieron a dar el nombre de Signatus al presente blog. Los lectores más tocapelotas rigurosos me dirán que, puestos a encontrar un animal que simbolice el carácter del pueblo español, hubiera sido mejor  adentrarse en los dominios ovinos, e incluso porcinos, para ese menester. No digo que no. Pero comoquiera que incluso en la decadencia más gregaria, en la vileza más repugnante, en la estupidez más cobarde y en la democracia más parlamentaria hay siempre una pequeña minoría que prefiere ser lobo errante y maltrecho antes que oveja gorda y satisfecha, he aquí que adopto la lupina denominación para la bitácora en la esperanza de que los dioses le sean propicios en su singladura y le permitan navegar sin hundirse demasiado en ese inmenso y asombroso mar de mierda que es internet.
Espero que estos escritos que, sin orden ni concierto, pienso ir poniendo aquí, sirvan de entretenimiento a amigos y camaradas, de escándalo a barbilindos, meapilas, liberales, cursis, peperos, pesoeros, estafadores y progres en general y de berrinche a los pocos antifas, perroflautas y ralea similar que saben leer de seguido. Si así fuere, me daré por satisfecho. Y si no, qué le vamos a hacer.

J.L. Antonaya 

PASANDO...