11 mar 2016

Poema a unos muertos de marzo.



Lo que más duele es la hipocresía.

Lágrimas de cocodrilo cada año,
en obscenos homenajes de cinismo,
 tapando las preguntas que incomodan.

Las preguntas de las madres y las novias
o del amigo huérfano y absorto.
 Preguntas que enterró  la mano sucia
que maneja los hilos de la farsa
reconduciendo azares en lo oscuro.

Una mano que asesina y que señala
a otro lado para ocultar la sangre.
Vuestra sangre inocente que alimenta
bastardas ambiciones y designios.

Cada año os asesinan nuevamente 
con sus torpes palabras repetidas
y sus falsos rituales sensibleros.

Sí, lo peor es la hipocresía.

Y no saber  por qué, ni quién ni cómo.

J.L. Antonaya 


PASANDO...