9 abr 2018

Libertad de expresión.

Es una gozada vivir en una época como la actual en la que se protege la libertad de expresión. Ahora se puede criticar cualquier cosa...

Excepto la versión oficial del "holocausto judío", el "matrimonio" de los homosexuales, el genocidio multicultural, la islamización de Europa, el aborto, la delincuencia inmigrante, la acaparación de ayudas sociales por parte de los extranjeros, el talibanismo revanchista de la "memoria histórica", el salvajismo de los negros de Lavapiés, el fanatismo sicópata de las feministas, la estupidez de la neolengua políticamente correcta, la hipócrita sensiblería animalista, el adoctrinamiento endófobo de los escolares, el pacifismo castrante, la "modélica Transición", la partitocracia, la banca privada, el Estado de las Autonomías y, en general, todo aquello que pueda ofender a cualquier cuadrilla, banda, piara, colectivo, cuchipanda o tribu de las que subvenciona Soros para extender los dogmas del marxismo cultural.

Pero de casi todo lo demás se puede opinar sin problemas. Se puede criticar a Franco o decir que Hitler era muy malo.
Así que no os quejéis.

J.L. Antonaya 
   

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