Después del rebuzno del Presidente mejicano exigiendo
que pidamos perdón por haber creado Méjico, era de esperar que se sucediesen
las peticiones similares por parte de los numerosos colectivos, bandas, cuadrillas
y piaras que se hayan podido sentir ofendidas por alguna de las acciones
españolas en el devenir histórico.
Ya hay una asociación de moros que exige que los
españoles les pidamos perdón por habernos opuesto a que nos invadieran en el
711 y por haberlos mandado a la mierda tras ocho siglos de lucha.
No tardará en
aparecer alguna confederación de
vándalos o alanos que exigirán una rectificación pública por la creación del
reino visigodo; o algún colectivo de la memoria histórica numantina ante el que
tendremos que disculparnos por habernos romanizado; los descendientes directos
de los asesinos de Viriato estarán preparando un recurso para reclamar lo estipulado
por sus servicios, que nunca cobraron, deuda que hemos de asumir los españoles
como herederos de la Hispania romana; un sindicato hebreo de negreros
portugueses exigirá que se les indemnice por la abolición de la esclavitud;
asimismo supongo que tendremos que pedir perdón a la Patronal Bancaria por la
expulsión de los usureros judíos en 1492; a Inglaterra por la paliza que les dio Blas
de Lezo en Cartagena de Indias; indemnizar a Turquía por haberles mojado la oreja en
Lepanto; a los estalinistas soviéticos
por haberlos derrotado en el 39, etc, etc…
Enumerar todos los actos por los que tenemos que pedir
perdón es una tarea larga y siempre correremos el riesgo de dejarnos a alguien
en el tintero. Sugiero que se unifiquen todas estas demandas y que los que se
sientan damnificados funden una Confederación de Hijos de la Gran Puta y de
Mamones Tragaglandes para ir agilizando los trámites.
J.L. Antonaya