Te tragas
una mierda cual merengue,
la
aberración impuesta en mandamiento;
así es tu flatulento
pensamiento,
progre burgués, endófobo y blandengue.
En tu neolengua de cursilería
disfrazas tu rencor de tolerancia
y eres en tu memez y tu ignorancia,
un lameculos de la judería.
Criminalizas
cuanto te incomoda
y dictas prohibiciones imponiendo
el dogma que evacuó tu sectarismo.
Excretas tus consignas y tu moda,
y en tu verbo gregario vives siendo
un mamporrero
fiel del globalismo.
J.L. Antonaya