que se jacta de sus mediocridades
picoteando mierda y necedades
disfrazadas de ñoña moralina.
Tonto con pretensión de inteligente,
sectario que finge ser ecuánime,
un bragazas fofo y pusilánime
con delirios de juez intransigente.
El progre es un montón de mierda pura,
un felador del amo globalista,
un relamido gargajo liberal.
El progre es un vasallo de la Usura,
huelebragas del dogma feminista
y lameculos del Nuevo Orden Mundial.
J.L. Antonaya