17 oct 2020

LA PRIMAVERA



Aunque la Usura ensoberbecida
nos esclavice desde las poltronas
con el espeso miedo segregado  
por mordazas y confinamientos, 
no podrán encerrar la Primavera. 

Aunque los necios y los mentirosos
se burlen de los muertos incontables
con el cinismo de su prepotencia, 
desde el dolor de los perseguidos
ya retumba un clamor de Primavera. 

Aunque parezca casi invulnerable
la oscuridad viscosa y maloliente
que nos ahoga como una cadena
ya presentimos un viento de espadas
que traerá, tras la sombra, Primavera. 

Y aunque la ruina  y la peste sucia
de los sátrapas y los criminales
pesen como candados en las almas, 
aún queda un estertor de amaneceres
y volverá a reír la Primavera. 

J. L. Antonaya

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