confinado y abatido.
Cortesanos y edecanes
lloran a moco tendido.
Monárquicos y palmeros
lamentan lo sucedido
y miedosos lloriquean
con el ánimo escocido.
El gallinero pepero
anda triste y encogido,
los palmeros socialistas
disimulan un gemido
y los bufones voxeros
plañideras han traído.
Hasta en escaños etarras
los matarifes de Bildu
se preocupan por quien nunca
les molestó con un ruido.
¿Qué será de las Españas
sin su mando esclarecido,
sin su firme liderazgo
tan claro y comprometido?
¿Qué será del presupuesto
que el Chepas le ha concedido
si en geles y mascarillas
ha de quedar consumido?
El rey está en cuarentena
meditabundo y jodido
y eso que está acostumbrado
a mantenerse escondido.
J.L. Antonaya