Tan sólo es digno el voto disidente
el voto inconformista y calavera,
el voto que incomoda y que exaspera
al rebaño gregario y obediente.
El voto carcajada e insolente;
el voto de los que alzan la bandera
combativa, poética y guerrera
de la Revolución alegremente.
El voto que se ríe de las bobadas
paridas por la Usura y sus trileros
y por la sucia mafia partidista.
El voto que anticipa barricadas;
el voto que molesta a los banqueros;
el voto nacionalsindicalista.
J.L. Antonaya