No falta policía, sobran extraños
delincuentes de paga y de patera.
Sobra el trato mejor a los de fuera
mientras dentro sufrimos robo y daños.
No falta honestidad, sobran escaños
ocupados por hijos de ramera
cebados en la hedionda pesebrera
de un régimen podrido por los años.
Sobran tramoyas y partitocracia.
Sobran ministros, faltan autopistas.
Sobran borbones tontos y bombizos.
Sobran banqueros, sobra burocracia.
Sobran traidores y separatistas
y faltan sogas de colgar chorizos.
J. L. Antonaya