España se desangra en corrupciones
quemada por incendios criminales.
A España la gobiernan anormales
que fomentan oscuras invasiones.
España se resigna a humillaciones
y soporta las leyes demenciales
que convierten su Historia en carnavales
revanchistas, falaces y cabrones.
España, dócil en claudicaciones,
dormita entre impostadas martingalas
que inventan los bufones feladores.
España está sin pulso ni reacciones.
España tiene déficit de balas
y tiene superávit de traidores.
J.L. Antonaya