Ha sido jubilarse Porky y desatarse un carnaval siniestro a medio camino entre el esperpento y la charlotada. Si algo ha tenido de positivo este río revuelto ha sido la caída de la careta de los que esperan pescar en él. De momento, la imagen "hippy" y "alternativa" de la ultraizquierda triunfante en las europeas se ha caído al suelo: como sus ancestros políticos de 1931, han demostrado que, por encima de su maquillaje buenista y ecologili, lo que realmente les pone es el rollo miliciano de checa, chulería, pistolón y cadáveres en las cunetas.
La gentuza que el otro día destrozó la Bandera Nacional de la Plaza de Colón, o que exhibió guillotinas entre miles de trapos tricolores reveló el autentico rostro e intenciones de los envalentonados votantes de Potemos y de IU. La pretendida izquierda renovada ha recreado con el máximo nivel de detalle la escenografía del 14 de Abril de 1931. Sólo les ha faltado quemar unos cuantos conventos como fin de fiesta, aunque teniendo en cuenta el plumaje del pájaro judeoprogre que anida en la Plaza de San Pedro les habrá parecido que sería como atacar la casa de un colega.
La gentuza que el otro día destrozó la Bandera Nacional de la Plaza de Colón, o que exhibió guillotinas entre miles de trapos tricolores reveló el autentico rostro e intenciones de los envalentonados votantes de Potemos y de IU. La pretendida izquierda renovada ha recreado con el máximo nivel de detalle la escenografía del 14 de Abril de 1931. Sólo les ha faltado quemar unos cuantos conventos como fin de fiesta, aunque teniendo en cuenta el plumaje del pájaro judeoprogre que anida en la Plaza de San Pedro les habrá parecido que sería como atacar la casa de un colega.
Lo realmente vomitivo ha sido la reacción de la derecha. A los mojigatos y relamidos representantes de la derecha giliberal les ha entrado el tembleque al ver lo lustrosa que está la bicha que ellos mismos han cebado. Cuando han visto peligrar el saldo de sus cuentas corrientes se han acordado de la bandera y de la Patria. El pánico de estos impresentables ha tenido, a veces, tintes tragicómicos. Como muestra, un botón: En la página de facebook de la ACIMJI, algún derechoide de éstos ha tenido la desvergüenza de colgar una convocatoria de VOX de apoyo al borboncito para ver si algún despistado integrante de lo que ellos llaman despectivamente "ultraderecha" va a hacerles el caldo gordo para defender este régimen frente al avance de la horda. Sin duda les anima la comprensible intención de suplir su endémico déficit de testiculina con la ardorosa ingenuidad de nuestra gente. Ha habido que decirles con tacto y diplomacia que hagan el favor de retirar su propaganda de las páginas patriotas y que al Borbón y a la partitocracia los va a defender su puta madre.
Esta gentuza intenta confundir al personal identificando la defensa de la Constitución de 1978 con la defensa de España.
Vamos a ver: Si España está arruinada política, moral y económicamente, si el separatismo campa por sus respetos, si la extrema izquierda más antiespañola está crecida y si la corrupción es ya un sinónimo de la política española, todo esto hay que agradecérselo a la Constitución de 1978 y a quien la trujo.
Si una generación de españoles se avergüenza de su propia Historia y reniega de su Bandera, tan culpable es la izquierda resentida y sus memorias histéricas como la derecha acomodaticia, parásita y cobarde que ha pactado con la progredumbre para repartirse el botín y preservar sus privilegios.
Si el pueblo español se ha convertido en un rebaño de subnormales que abraza con entusiasmo su propia decadencia y aplaude bobaliconamente a sus enemigos, tan culpable es el lavado de cerebro mediático que todas las telebasuras inoculan a diario en los hogares españoles a la mayor gloria de la rentabilidad empresarial, como la vileza de los funcionarios y paniaguados con uniforme militar que, a cambio de un plato de lentejas o de un destino bien pagado, han mirado para otro lado cada vez que la Patria era insultada.
Así que, por favor, no nos tomen por imbéciles. Cuando esto se vaya a la mierda definitivamente, ustedes se refugiarán en Estoril o en las Islas Caimán mientras los criminalizados fascistas nos batiremos, como siempre, para que España no se muera. Pero su Constitución, su monarquía decadente y su democracia, nos importan tan poco como a los guarros que tenemos enfrente.
Así que les rogamos que dejen de insultar a la Bandera utilizándola como envoltorio para su régimen agonizante.
J.L. Antonaya