7 abr 2019

Europa sí, pero no así.


No es Europa esta oficina
de burócratas contables
y alfeñiques con corbata.
No quiero esta burocracia
de covachuelas judías
y rapiñas liberales
que propician marabuntas
de salvajes semiesclavos
para cuadrar los balances
de las multinacionales
y las oenegés negreras.
Pues yo añoro la otra Europa:
la que alumbró en Grecia y Roma
epopeyas de grandeza;
la Europa de Carlomagno
y la de España triunfante.
La Europa del César Carlos
y de los dioses de Asgard,
la Europa del Escorial
que frenó al turco en Lepanto
y llevó letras y arte
a los confines del orbe.
La Europa de juventudes
desfilando mientras cantan
con camisas proletarias
y corazones de Imperio.


J.L.Antonaya





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