Son los mismos esbirros cornalones
que hicieron de servil escupidera
a la progre y piojosa gusanera
que el Congreso cercaba de gritones.
Hoy se han vuelto de pronto bravucones:
Reprimen a españoles con bandera
y asilvestran su trato y su manera
con gestos achulados de matones.
Avasallan creyéndose importantes
con estilo de banda de la porra.
Macarras de gimnasio y mancebía.
Ganapanes mediocres y arrogantes
que exhiben una placa y una gorra
para ocultar vileza y cobardía.
J.L. Antonaya