Arracimó su furia como un trueno
la España sometida a horda invasora
y blandiendo su espada vengadora
cerró inclemente contra el sarraceno.
Tres lobos cargan sin temor ni freno
y acaudillan la hueste rompedora
que cierra contra la vanguardia mora;
tres guadañas que limpian el terreno.
Y fueron capturadas las cadenas
del orgulloso reyezuelo moro.
Y fue la media luna derrotada.
En las Navas dejó España las penas
de ser un africano desaforo
y avanzó en su destino liberada.
J.L. Antonaya